Chilango

9 lugares para recordar a Pancho Villa en el DF

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A Pancho Villa, uno de los más grandes revolucionarios mexicanos, no le gustaba la Ciudad de México. La extraña armonía de los contrastes de opulencia y pobreza le disgustaban. Después de su primera visita dijo: “aquella capital tan alabada me dio más tristeza que alegría”.

Sin embargo, hay lugares que marcaron las agitadas y breves visitas de Pancho Villa a la Ciudad de México, este 20 de julio que se cumplen 91 años del asesinato de revolucionario mexicano por eso te presentamos 9 sitios para recordar a Villa en el Distrito Federal.

Hotel Iturbide

La última semana de julio de 1911 Pancho Villa viajó acompañado de su esposa Luz Corral a la Ciudad de México para tratar asuntos con Francisco I. Madero, que además sirvió como luna de miel de la pareja. Se hospedaron durante tres semanas en el Hotel Iturbide (hoy Palacio de Cultura Banamex). El revolucionario se expresó así de la ciudad: “Palacios muy hermosos al lado de viviendas sucias y miserables, carruajes y caballos de lujo junto a infelices indios casi desnudos…”. En septiembre de ese año regresaría a la capital para reunirse con Madero en el Castillo de Chapultepec.

Palacio de Lecumberri

El 7 de junio de 1912 Pancho Villa llegó en el tren de Laredo a la estación Buenavista (hoy Suburbano) y fue recluido en la cárcel de Lecumberri (actualmente Archivo General de la Nación) bajo los cargos de insubordinación, desobediencia y robo. Le envió 19 cartas a Madero para pedirle audiencia pero nunca obtuvo una respuesta favorable, una de las misivas decía: “Señor, yo no quiero fabor, quiero justisia”. Apoyado por Carlitos Jáuregui, secretario del juzgado tercero instrucción militar, Villa se fuga de la prisión el 26 de diciembre.

Tacuba-Xochimilco

A finales de noviembre de 1914 cuando los trenes villista se aproximaba a la Ciudad de México, los chilangos de aquellos tiempos le agregaron a la canción de “La Adelita”: Si Carranza se casa con Zapata/Pancho Villa con Álvaro Obregón/Adelita se casa conmigo/y se acaba la revolución. Los trenes se situaron entre Tacuba y la hacienda de los Morales. El 4 de diciembre Villa sale de Tacuba a bordo de un automóvil rumbo a Xochimilco donde fue recibido con banda de música, cohetones y los niños le regalan flores. Visitó a Otilio Montaño en la prefectura de la calle Juárez y Emiliano Zapata se incorporaría más tarde. Después los tres se reunirían en la casa de Manuel Fuentes en la 4ª calle de Hidalgo para formalizar la alianza militar, terminaron la reunión con un brindis con tequila, aunque Villa únicamente se mojó los labios ya que era abstemio. El Ejército Libertador del Sur y la División del Norte entrarían a la Ciudad de México y llegarían a Palacio Nacional el 6 de diciembre.

Palacio Nacional

Antes de ocupar la silla del águila (del imperio de Maximiliano, ya que Carranza se llevó la presidencial) en Palacio Nacional y tomarse la famosa fotografía junto a Emiliano Zapata del archivo Casasola, Pancho Villa dijo: “voy a ser presidente de la república un tantito”. Se tomaron dos placas de ese instante, en una de ellas platican ambos revolucionarios, en la otra aparecen con la mirada al frente. Después disfrutaron de un banquete en uno de los salones de Palacio Nacional ofrecido por Eulalio Gutiérrez.

Calle Francisco I. Madero

La calle Francisco I. Madero en el Centro Histórico le debe su nombre a Pacho Villa. El 8 de diciembre de 1914 subido en una escalera en la calle San Francisco esquina con Isabel La Católica, el revolucionario acompañado de sus simpatizantes colocó la placa “Avenida Francisco I. Madero”, en el edificio que hoy alberga una tienda de discos y el Museo del Estanquillo. Actualmente esta vialidad es peatonal y va del Eje Central al Zócalo. La nomenclatura que colocó Villa tenía un breve mensaje de quien retirará la placa sería fusilado inmediatamente.

Alameda y Centro Histórico

Pancho Villa detestaba la injusticia. Una noche que salió a caminar por la Alameda y las calles del Centro se encontró con niños abandonados, por lo que ordenó a los Dorados reunirlos para entregarles ropa, comida y una cobija. Después los envió a la estación Buenavista y los envió en tren Chihuahua donde mandó adecuar como internado la Escuela de Artes y Oficios. Varios chilangos se fugarían del internado.

Colonia Juárez

Las oficinas de la División del Norte y donde despachaba Pancho Villa se ubicaban en la calle Liverpool No. 76 en la colonia Juárez, le gustaba caminar e ir a comer al restaurante del Hotel Palacio (hoy Imperial Reforma). Villa se hospedó por un tiempo en el hotel San Francis, cerca del Caballito.

Panteón francés

En el camposanto Pancho Villa lloró durante un homenaje a Francisco I. Madero frente a su tumba y juró “pelear hasta lo último por esos ideales”. Las lágrimas de Villa quedaron registradas por Salvador Toscano que lo filmaba con una cámara cinematográfica.

Monumento a la Revolución

Por instrucciones de gobernador Enríquez los restos de Francisco Villa fueron enterrados en la fosa 632 en el Panteón de Dolores de Parral y casi 3 años después el cuerpo fue profanado y cercenada la cabeza. El 18 de noviembre de 1976 por decreto del presidente Luis Echeverría los restos trasladados a una de las columnas del Monumento a la Revolución.