Todos tenemos una adicción. La mía es la comida. Las dietas me ponen de malas, el pollo asado me hace enojar y considero la falta de carbohidratos peor que un delito del crimen organizado. Siempre agradezco recomendaciones para comer, pero son pocas las personas que me sorprenden con sus sugerencias.

El otro día me contaron algo digno de ser mencionado: un burrito de cochinita frito. Por ahí dicen que cosas buenas llegan para las personas pacientes (o algo así), pero ningún refrán dicharachero me iba a detener; me moría de antojo y necesitaba encontrarlo. Si aman comer, entenderán mi impulso.

Recorrí la ciudad en hora pico. (Meh… ¿Cuándo no es hora pico?) y llegué a un lugar escondido en Centro Insurgentes. Quizás no es la mejor plaza, pero valía la pena.

Me encontré con Cochinita Country, un lugarcito de auténtica comida yucateca. En su carta hay de todo, pero después de probar la mitad de las opciones y acabar en coma (es una carta muy grande), les traigo los imperdibles.

Empiecen con unos panuchitos. Bueno, compártanlos porque es una orden de 3 y están MUY grandes. Son los clásicos: tortilla frita, frijoles y cochinita y cebollita morada. Échenles un poquito de la salsa de habanero, pero con cuidado que les puede perforar el esófago.

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(María José Alegret)

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(María José Alegret)

Vale la pena probar los fideos negros en caldito de frijol. Están muy buenos aunque en la foto parezca lo contrario. Perdón, hice mi mayor esfuerzo.

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(María José Alegret)

Si lo suyo son las tortas, la de cochinita es una delicia. Eso sí, cómansela rápido porque la baguette se remoja y se hace un caos en tus manos. Y en tu ropa.

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(María José Alegret)

Abran paso al rockstar del lugar. El culpable de mi ansiedad. El campeón de los antojos. El Taco Country. Veinticinco centímetros de tortilla de harina rellena de, por supuesto, cochinita. Lo enrollan, lo fríen y te lo sirven en un plato. Tal vez la presentación no es digna de MasterChef, pero va a ser su nueva engordadera favorita. Sugerencia: no sean tímidos con el limón, habanero y cebollitas moradas. De verdad que está increíble.

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(María José Alegret)

Mi única queja es que el agua de horchata –y supongo que todas las demás- no es natural. Se aventaron un Tangazo y siempre es triste pedir un agua que no es natural. Ahórrense la decepción.

Córranle a alguna de las dos sucursales de Cochinita Country a probar este tesoro escondido. Les prometo que les va a gustar. Y si no, por lo menos dieron un bonito paseo por la CDMX. O no.

Por cierto, un Taco Country + un vaso de agua: MENOS DE 100 PESOS.

Cochinita Country
Ángel Urraza 1503, Vertiz Narvarte
5605 4432
lun-mié 10-19 h, jue-sáb 10-22 h, dom 12-20:30 h

Plaza Centro Insurgentes
Avenida Insurgentes 1605, San José Insurgentes
5661 2840
lun-jue 8-20 h, vie 8-22 h, sáb 9-22 h, dom 12-20 h

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