Decidimos pasar nuestro sábado en la naturaleza para alejarnos un poco del caos de la ciudad. Nos coordinamos entre varios amigos para tomar el ‘tour conciencia’ que ofrecía una empresa llamada De La Chinampa (comercializadora de productos naturales y artesanales cultivados en las chinampas de Xochimilco). Todo fue bastante sencillo de organizar.

Llegamos a mediodía a la zona de la reserva ecológica de Cuemanco. Este embarcadero es la antítesis del de Nativitas: no hay rocolas, ni borrachos, ni suciedad. La zona es incluso considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Nos esperaba el director de la empresa, Ricardo Rodríguez, junto a su esposa –y bióloga del proyecto-, Laura Villagrán. Con unos tamales artesanales y un par de quesos rancheros (fresquísimos ellos) dimos inicio a nuestro recorrido.

Ricardo explicó que, años atrás, trabajaba en un banco y tenía una típica vida citadina. Gracias a la influencia de Laura, decidió salir de esa zona de confort para iniciar un proyecto de “restauración de la zona de Xochimilco a través de la agricultura chinampera y de la siembra tradicional y artesanal libre de pesticidas químicos”.

Después de una larga plática a bordo de una trajinera llamada “Mi Amor”, paramos en una de las chinampas de las que tanto nos habían hablado. Don Felipe, el agricultor a cargo de la zona, nos recibió con una gran sonrisa y un chapín –pedazo de tierra donde se plantan las semillas- en la mano. Era temporada de brócoli, así que presenciamos una a una todas las etapas de su crecimiento (muchos de nosotros ni sabíamos de donde provenía tan popular vegetal).

Antes de partir, visitamos la Casa del Axolotl. Para la mayoría del grupo, era la primera vez que podíamos ver al mítico personaje de Cortázar en la vida real.

De regreso, saboreando un café de olla, Ricardo y Laura revelaron que, gracias al boom de la comida orgánica en la ciudad durante los últimos años, su proyecto ganó peso. Restaurantes como Pujol, Quintonil y Yuban crean sus platillos únicamente con ingredientes de temporada provenientes de las chinampas locales.

La idea es que, con prácticas más justas de comercio, los chinamperos y los pequeños productores de estas zonas –como Felipe Caputitla- se vean cada vez más beneficiados.

En su página puedes pedir paquetes de frutas, verduras e incluso productos artesanales a domicilio.

¡Lánzate a esta aventura!