¿Qué te estás comiendo?

Tal como se escucha, los sesos de la vaca. Para comerlos sólo hace falta que cierres los ojos y hagas de cuenta que eres un zombie poseído en busca de un rico cerebro.

¿Por qué sabe bueno?

Porque la consistencia no es asquerosa, aunque el sabor es bastante fuerte. Acompáñalos con una salsa macha y ¡listo!