Este lugar parece haber nacido de un grupo de amigos hablando: “De piel morena, blanca o pelirroja, ¿cómo te gustan tus cervezas? ¿Qué va mejor con esa cerveza que una pizza? Una margarita estaría buenísima.” Y eso es el Zazá: buenas pizzas entre amigos con chelas.

Tienen las pizzas clásicas, pero la de pesto con queso oaxaca y jitomate, más que pizza parece bandera a la que hay que saludar y cantarle cuando la veas. La de queso de cabra y cebolla caramelizada, o la de arúgula y jamón serrano no le piden nada ni a Santa Claus.

Con la casualidad que ves a tus amigos, sin pretensiones que no sean un buen rato, este lugar tienen entradas típicas como papas a la francesa, tabla de queso y alitas pero también tienen emparedados en pan de la casa, o puedes pedir ensaladas si ver a tus amigos te da alegría, pero te da más alegría no romper tu dieta. Si no fuiste en plan de compartir, los hot dogs y las hamburguesas son para no darle a nadie, o si te encantaron, para pedir uno para llevar.

La comida está bien aunque no hay que esperar mucho de ella. El ambiente es bueno para ir con amigos y el servicio no se queda atrás. Si algo le falta a este lugar es que vayas a conocerlo con un buen ánimo.