Sin duda alguna, éste es de los mejores restaurantes de comida japonesa en México, aunque no el más económico. Los sushis son impecables, los platillos de la carta están magistralmente preparados y tienen la mejor carta de sakes de la cuidad, con más de 50 variedades a escoger. El menú tiene cerca de un centenar de platillos a un precio bastante atractivo. Es probable que necesites más de una visita para satisfacer la curiosidad.

Yoshimi tiene tres salones: el kawasemi, el Yamabuki y el Okina, con capacidad de 10 a 14 personas. En la terraza se puede ver un jardín japonés zen y el jardín del restaurante pertenece a la clasificación de “jardines secos”. La primera parte del menú presenta los platillos de la temporada. Es sencillamente exquisita. De los platillos para compartir recomendamos un sukiyaki de carne de res. Este mismo platillo puede preparase con carne de Kobe que es mucho más caro, pues las reses se alimentan con levadura de cerveza y se les receta poco ejercicio y muchos masajes. El resultado: carne sublime que se derrite en la boca. Los platillos se preparan en la mesa, gracias a una pequeña parrilla. Verduras, fideos y carne se cuecen en una salsa dulce a base de soya.

Algo que no puedes dejar de probar son los sushis. El arroz está siempre cocido a la perfección, y el pescado es de primera calidad. Destacan entre ellos el Toro, un sushi de atún, pero el trozo proviene de la panza del atún que es más graso. La carta de vinos es muy breve, pero en lo que a sakes se refiere, los tienen casi todos. Lo adecuado será que te dejes guiar por la persona que te atienda y te recomendará el estilo que más te apetezca (con cuerpo, seco, afrutado etc.)

Para cerrar con broche de oro, el Mochi Ice: un postre sorprendente y exquisito. Son pastelillos de pasta de arroz rellenos de helado. Si puedes, llégale de inmediato al rosita, que es de helado de frijol dulce, el mejor de los tres (té verde y vainilla).