Nadie va a Santa Fe a comer. Lo cierto es que a veces hay aperturas que merecen el trayecto en el tráfico. Tal es el caso de Wine & Roses, un local que reúne sabores mexicanos y españoles, donde puedes probar 48 vinos por copeo, y eso es algo que no se ve con frecuencia.

Como todo sitio que tiene detrás un chef famoso, hay que presumirlo, y aquí la figura es Bruno Oteiza cocinero de uno de los mejores restaurantes de México: Biko, pero él sólo hace una que otra aparición. Quien se encarga de la cocina es Fernando Zavala, un nuevo chef en la ciudad que lo está haciendo muy bien. Dos de los platos de la carta participarán en el Wine & Food Festival –un festival en Cancún donde se reúne lo mejor del país–. Se trata de la crema de habanero y el atún afrutado, que sí, son deliciosos.

Para experimentar algo especial, debes sentarte en la barra. Está frente a la cocina y desde ahí podrás observar lo que ocurre con tu plato antes de que llegue a tu lugar. Aunque si no quieres tanto show, siempre puedes contar con la tradicional mesa. El menú es corto, pero las sugerencias cambian cada 15 días.

De la coctelería se encargó el bar tender Mica Rousseau de Fifty Mils. Si eres de sabores fuertes te recomiendo el Vinito; lleva reducción de vino, Ferreira y prosecco. Para los paladares más dulces, pide el Tea Time con vodka, vermouth y coulis de jamaica.

Lo único que no disfruté de Wine & Roses fue la música que hacía juego con las múltiples pantallas que decoran el lugar. Porque, ¿quién quiere ver la tele cuando hay algo rico y bonito en tu plato?