Por Mariana Camacho

Remodelaron el espacio (con toquesjaponeses en las paredes), hicieron una "reingeniería" de la cocina, con la entradadel grupo hotelero Hotel Lyon, y se preparan para que cada mes salga unanovedad en su menú.

Enla cocina el no hay platillos espectaculares sino porpuestas fáciles con toquesingeniosos (o hip como ellos lo llaman)para agradar al paladar internacional de los húespedes del Hippodromme yde asiduos del barrio: nada definitidamente mexicano, nada definidamentejaponés, nada definidamente experimental sino con un poco de cada cosecha ycada técnica del chef Irak Roaro.

Unabuena sorpresa entre las novedades es la tostada "en vaso", la clásica de atúnsellado, pero presentada al interior de un vaso con espuma, aguacate y tortillatriturada. El mismo sabor fresco con un twist en la presentación.

Lo mismo ocurrecon el tataki que en cualquier lugar se sirve de atún y aquí preparan de res.Carne que lamentablemente no sirven sellada sino a término medio con salsa desoya y un toquecito picante de salsa de chile de árbol.

De los fuertes,un plato muy bien logrado es la Costilla de res, que tiene doce horas decocción palpables en la suavidad de la carne que se deshace sólo con eltenedor, acompañada de nopalitos en escabeche que aportan un toque de acidez aldulce de la salsa con la que se prepara la carne. De los clásicos delrestaurante, que desde luego siguen en el menú, están los edamames, grandes,gorditos y servidos con una "salsa" de camarón seco y prosciutto.

La mesa alta y la barrade sushi son los mejores spots del restaurante. Asegúrate de iniciar todo elrecorrido con un coctel, recomendamos el mojitonbo: como el tradicional pero con un toque de miel y fruta.