La cerveza artesanal va de salida… dijo nadie nunca. El furor continúa. Bastaron tres días abarrotados de fanáticos de la cebada y la malta en Cerveza México para comprobarlo, y en Craft Society dedican su menú a ella. De su antecesor (Café Ocho) sólo queda el número de cervezas que sirven de barril, aunque la oferta se reduce a diferentes estilos de una misma marca. La buena noticia es que cuentan con casi 100 etiquetas provenientes de 20 casas cerveceras. Estados Unidos, Bélgica, Reino Unido y México son los países que más encuentras si te asomas a sus refrigeradores. Tras unas cuantas chelas, llega el munchy.

Para aplacarlo sólo hay alitas y hamburguesas. De las primeras, las orientales son las que más salen de la cocina: salsa dulce de miel y soya con cebollín y ajonjolí. El menú recomienda las cervezas para maridarlas, pero nadie te verá mal si no sigues las instrucciones. ¿Prefieres hamburguesa? Dale una oportunidad a la de portobello. El queso provoleta hace magia y, claro, el pan hecho en casa con un toque de malta.

Como buena cervecería, las ediciones especiales no se hacen esperar, pero sus precios son tan altos como la pirámide de Guiza. Un par de ejemplos son la Goose Madame Rose ($600) que te recordará una tarta de cerezas o la Founders Lizard of Koz ($915) con moras azules, chocolate y vainilla, añejada en barriles de bourbon. Además de restaurante, Craft Society también funge como galería de pinturas y artesanías de autores mexicanos. Por si ocupas unas compritas.