Por Aline Terrein
Este lugar ofrece una mezcla de conceptos: a medio camino del restaurante y un food truck. Aunque el local tiene buen tamaño, pides tu taco pero no hay mesas dónde sentarse. Hay unas cuantas barras para recargarse, insuficientes a la hora de la comida, cuando es prácticamente imposible encontrar lugar.
La dinámica es muy parecida a la de un fast food: llegar, comer y salir. Los tacos que ofrecen son una delicia: las especialidades de la casa son los de suadero, pecho y costilla de res. Son tan ricos, tan chicos y a tan buen precio que es muy fácil que a uno se le vaya la onda y termines con al menos ocho sin darte cuenta (aunque tres o cuatro es el número ideal). Pero en las mañanas los tacos son de guisado.
En una de las barras hay todo tipo de salsas, limones o cualquier ingrediente imaginable para acompañar este platillo.