Se puede pasar un día entero en su cómoda y bien iluminada terraza. Primero con un indispensable capuccino (el auténtico), con unos huevitos, al medio día un bagel con un americano, para la comida y si se va en grupo se puede pedir una pizza, ensalada y hasta sushi por si alguien prefiere evitar los carbohidratos.

Para cerrar por supuesto un rico espresso con un pastelito ahí horneado, el de plátano es espectacular. Pide que lo bañen con un shot de café.

Para la media tarde y noche, el ambiente se pone mejor. De la barra saldrán todo tipo de cocteles hechos a partir de café y licores, los sillones son tan cómodos que querrás hacer aquí tu oficina y hasta una fiesta.