Medio escondido, en un pequeño local sobre la avenida Cuauhtémoc, en la colonia Narvarte, aparece tímidamente este restaurante que, a pesar de su modestia, tiene algo que invita a pasar. Para empezar, se trata de un establecimiento que no tiene puerta, por la simple razón de que tampoco tiene pared frontal. En otras palabras, es un espacio abierto en el que las mesas y sus comensales quedan a la vista de cualquiera que pase por ahí, quien de inmediato se sentirá bienvenido, incluso si va acompañado de su mascota, ya que se trata de un lugar pet friendly.

El menú está conformado por platillos vegetarianos y una que otra opción vegana. Otra de sus características es que todas son recetas sencillas –de esas que se antoja preparar en casa– y, por la misma razón, bastante accesibles para el bolsillo.

Además de ofrecer opciones a la carta, Pimienta Gorda cuenta con un menú ejecutivo de cuatro tiempos (incluyendo postre), que cambia todos los días. Destacan los molletes de tofu, las tortitas de quinoa y las hamburguesas de garbanzo. Una muy buena opción, tanto para iniciados en el vegetarianismo, como para principiantes, curiosos y hasta vegetarianos de ocasión.