Un lugar donde todo, desde la ambientación hasta la comida parece estar diseñado para hacernos suspirar.

El diseño estuvo en manos de la firma Niz-Chauvet (mismos del Erawan, Sud 777, Country, entre otros) que nuevamente nos demuestran su capacidad de transformar espacios en verdaderos templos de relajación y elegancia. Detalles como la distribución, el sutil tintineo de una fuente interior, la selección musical, las entradas de luz, etcétera, harán que entres en el mood ideal para dar inicio al meollo de la experiencia: La comida Peruana-oriental del chef Luis Francisco Adrianzen.

Los sabores de cada platillo son complementarios, todo es una sinfonía perfecta de elementos que se enriquecen unos a otros. Nunca sobresale demasiado un sabor y sin embargo la comida es todo menos insípida, por lo mismo el sabor del lugar no cansa y se vuelve algo adictivo, es, sin duda, un lugar que te invita a regresar indefinidamente. El Otoshi (yuca frita con mayonesa de ají de rocato) que te sirven de cortesía, es un digno representante de la gastronomía del lugar; el sabor es similar al de la papa, sin embargo la textura es más firme y crujiente, se trata de una mini entrada adictiva, lo bueno es que viene poco, de lo contrario podríamos quedarnos comiento otoshi hasta quedar llenos y nos perderíamos del resto de las delicias; como el nigiri (bolita de arroz) con lámina de lomo, cocinada al fuego, viene mantequilla de jengibre, ajo conftado, togarashi (picante japonés) y rulitos de camote con canela; o de las joyitas del lugar: el Tiradito mi Perú, que consiste en huachinango laminado con una emulsión de cilantro y mantequilla picante, el otro platillo que no se debe dejar de probar, es el ceviche en ají amarillo: camarón, calamar y cebolla morada, bañados en leche de tigre (limón, apio, ajo, jengibre y pescado en trozo) y acompañado por un wanton de puré de camote (tipo empanada). La causa de Sentoya es un pequeño bocado que te hará suspirar, consiste en pulpa de cangrejo, una bolita de papa con ají amarillo, arriba de aguacate, guasabe y atún.

Cuentan con una carta extensa y de platillos excelentes, por lo que es dificil hacer una selección. Todos los rollos y postres son excelentes, pues centan con chefs especializados

La oferta de bebidas es también muy amplia, hay de todo típo de sakes, y una gaa amplísima de cocteles, como el caipiosaka (maracuyá, fresa, limón, sake y vodka)