La primera impresión es estar en una tienda/restaurante, pero al rato de acomodarte, te sientes en un spa con tienda/restaurante, desafortunadamente no ofrecen masajes. Su atmósfera combina con menú sano y ligero, juntos te harán sentirte como que te cuidas más sólo por estar ahí.

Los desayunos son deliciosos, pídete unos chilaquiles si saliste la noche anterior y si no quieres tanto, hay molletes, enchiladas, los ahogados poche o los huevos Condesa. Todos saben a fresco y ligero. También tienen una gran variedad de yogurts y si te estás queriendo más, puedes pedir opciones de leche.

Su menú de ensaladas es muy variado, se agradece ver que comer sano no sea más aburrido que ver golf -si le gusta el golf, lo sentimos, piensa que dijimos ver ajedrez. Además tienen sándwiches, por si ese día no estás tan comprometido con las ensaladas, te recomendamos el de 4 quesos con guanábana y el de Jamón serrano con higos. También hay sopa del día, frutas y licuados. Te vas a sentir como que estás ayudando al planeta comiendo así de bien, y tal vez lo estés haciendo.

La tienda vende frutas y verduras orgánicas. No es barato pero el tamaño de las porciones lo justifica, no hay que sobarles el codo para comer bien. Es mala idea si querías ir a  portarte mal, pero si quieres alivianarte sanamente, es una gran idea.