Es común encontrar en Polanco varias opciones que prometen ser únicas y perdurables, para luego quedar relegadas en el olvido y también es frecuente ver como propuestas estéticas que en un momento fueron la moda son sepultadas por el olvido.

Sin embargo, Noso Cocina de autor es una propuesta que nace con toda la intención de volverse una experiencia inolvidable para todos aquellos que apuesten por la comida de vanguardia en un lugar elegante y sobrio.

Noso nació del compromiso de un matrimonio entre dos talentosos chefs: Sandra Fortes y Miguel Hidalgo, quienes plasmaron su pasión (y su amor) en cada una de sus creaciones. La meta es hacer llegar a los paladares de sus comensales, el mismo cariño con los cuales preparan cada plato además el gusto de cada chef se ve reflejado en la carta, así Noso se convierte en una propuesta profundamente personal.

El menú de Noso es ante todo, de comida española: callos a la gallega, bacalaos con callos, risotto de mariscos con gazpachuelo y unas gambas al ajillo. El ambiente del lugar tiene notas metamórficas que nos recuerdan a las zonas empedradas de España, país de donde este matrimonio de chefs toman sus referencias gastronómicas más próximas.

El menú cambia cada mes, así que no esperes repetir los platos una y otra vez, déjate sorprender por lo que Sandra y Miguel tienen para ofrecerte. La apuesta más segura es la comida española, el risotto de bogavante y manchego curado es una delicia bien equilibrada y emplatada de manera que sólo tomes del plato sus mejores notas, las gambas al ajillo son la apuesta gallega clásica que no puedes perderte, nada grasosa y es una entrada ideal si planeas pasar una velada acompañado de algunos vinos blancos mexicanos.

El solomillo de patatas y romero está cocinado de tal manera, el aroma del tomillo inunda todo el restaurante. Miguel es un apasionado de la comida mexicana por eso encontramos mixturas deliciosas como el cochinillo con pimientos de piquillo. Los postres son apuestas más arriesgadas. Un ejemplo de ello, lo tenemos en sus postres nitrogenados de miel con helado de vainilla, servido con el humo del nitrógeno alrededor. Si no quieres quedarte con ganas de nada, pide el menú de degustación de 6 u 8 tiempos.