Por Mariana Camacho
Este pequeño lugar tiene un poco de folclore asiático (como revistas de moda japonesas en las que no vas a entender nada, incluyendo los looks) y algunos platos tropicalizados, como los rollos con aguacate y queso crema.
El menú es bilingüe, así que no serás sorprendido. Tienes la opción de pedir los platos fuertes en un paquete que incluye una sopa miso, un tazón de arroz al vapor y un entremés (como un trío de empanaditas, muy, muy, buenas). Es una ganga, así que no te limites y pide, por ejemplo, un pan al vapor relleno de carne y un rollo –aunque con el combo es más que suficiente–.
Te recomendamos pedir un plato casero como el pollo empanizado con panko (pan rallado de leche) o los camarones en salsa picante. Para acompañar, ofrecen calpis, refrescos burbujeantes asiáticos. Si quieres vivir la experiencia japonesa completa, no dudes en pedir un tradicional sake.