Loyola es un restaurante vasco bueno y a muy buen precio. Pero cuidado, no optes por el menú ejecutivo que ofrece en $170. Lo que te ahorras con esta opción lo pierdes en calidad, así que mejor quédate con los platos de la carta, que son mucho mejores.

El ambiente no es nada alegre. El restaurante está muy oscuro y el contraste con el vitral de paisaje vasco que cubre la pared del fondo con luces verde fuerte es tan exagerado que duelen los ojos. Su alfombra verde oscuro y sus manteles de cuadros verdes y rojos no ayudan en nada. Pero bueno, si vas a Loyola, no es por su ambiente, sino por su buena comida y la eficiencia de su servicio.

Loyola es el restaurante del Centro Vasco Evskal Etxea de México, que está en el mismo edificio desde hace 36 años. Notarás su antigüedad con sólo ver la edad promedio de sus clientes. El servicio es impecable: si dices que estás apurado te sirven tu comida completa en menos de una hora. Los meseros son muy atentos y amables.

El menú propone las tradicionales tapas, como el revuelto de setas y camarones. Este plato es una delicia: los huevos tienen la cocción perfecta, jugosa, y las setas están blandas mientras que los camarones crujientes. La mezcla está cocida con perejil y ajo, lo que realza el sabor sin llegar a ser demasiado fuerte.

El jamón serrano con pan catalán está muy bueno, aunque el jamón tiene un corte un tanto grueso. El pan catalán es una fiel reproducción del pan con jitomate machacado que encuentras en el Norte de España. Sin embargo, si pides el menú ejecutivo, puedes llevarte una decepción. Te servirán un salpicón de mariscos mexicanizado con catsup. Es decir, con un sabor dulce artificial a cambio de la rica mezcla de mostaza con vinagre, perejil, cebollitas y pepinillo que tal vez hayas estado esperando. Luego una sopa de lentejas que sí estará buena; un cordon bleu de ternera que lleva un empanizado grasoso, demasiado jamón y un puré con sabor a químicos; y de postre un flan de la casa que no tiene nada de flan.

Aunque te puede impresionar la cantidad de alimentos incluidos en este menú, no llega a ser de la calidad esperada, por eso, debes quedarte con los platillos de la carta, esos sí valen la pena.