Por: Mariana Camacho
Siempre encontrarás montones de platos que sirven lo mismo para el desayuno que para la comida o la cena. En tu visita no pases por alto el apartado de los sopes (siempre serán la especialidad). Disfruta de alguna combinación exitosa de la casa o crea tu propia mezcla. Hay bistec, costilla, tocino, chorizo, pollo, nopalitos, tinga chicharrón y hasta de camarón.
En esta sucursal hay un puesto de jugos integrado y también tienen algunas aguas frescas (horchata, jamaica y tamarindo) en cómodos tamaños de medio litro y un litro. Como los sopes son unas pequeñas lanchas te recomendamos que vayas por la primera opción.
Para el postre tienen lo más básico: flanes, helados, arroz con leche y unos duraznos en almíbar… Recién
salidos de la lata. Finalmente, si en fin de semana llegas con malestares y resaca hay pozole (birria, pancita, chilaquiles y más y más antojitos) todo a un precio que tan accesible que resulta conmovedor.