Su historia comenzó en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, donde se localizó la estación ferroviaria Lagrange y es así como comienzan a nombrarla como “Lagrange-Churrascaría”.

En 2010 abren su primer restaurante en Tlalnepantla, el cual ofrece buffet de espadas brasileñas, tal como se realiza en el sur de Brasil. Es la experiencia perfecta para los amantes de la carne: arrachera, picanha, chorizo brasileño, top sirloin, costilla, filete, pollo, pavo. Para probar y nunca olvidar: la piña con canela.

Tienen el tradicional servicio tipo Rodizio, en el que por un precio establecido, el churrasquero te ofrece varios cortes de carne asada al carbón en una espada y visitará tu mesa las veces que quieras.

Además de los cortes, ofrecen barra de ensaladas done puedes preparar la tuya al gusto con una buena variedad de ingredientes naturales y frescos. Puedes acompañar tus cortes de carne con la oferta de pastas y guarniciones que hay como: caldo de jaiba, cocktail de camarón y feijoada (frijoles con puerco).

Cuentan con coctelería típica de Brasil (¿alguien dijo caipirinhas?) y otras opciones como la margarita con cerveza o el martini de chocolate. Por supuesto hay una gran carta de vinos para maridar.