Puebla nunca deja de sorprender con sus riquezas culinarias y buenos productos. Para comprobarlo, sólo hay que echar un vistazo (y una probada) al café que crece entre sus serranías y que es traído al DF por Vía Corta Café de Autor. Su colorida cafetería es la muestra de que el café poblano, cuando está bien producido, bien seleccionado y bien hecho, es una obra de arte. Por eso no es casualidad que este café esté dentro del Museo de Arte Moderno y que sus baristas sean de los escasos que buscan certificaciones profesionales.

LO MEJOR. Pide que te preparen el café con el sifón austriaco en tu mesa. Es grato a la vista y el café obtiene una textura muy distinta a los otros métodos de extracción. Su pan baguete de espinaca con jamón serrano es un buen acompañamiento.