Tiene la misma decoración y ambiente que el de Santa Fe: madera oscura, bambú —para darle un leve aire de costa— dos barras, una como lobby y otra principal, para copear con la bebida nacional: pisco sauer.

Las especialidades son desde luego el cebiche y los tiraditos, un corte delgadísimo de pescado, equivalente al carpaccio o al sashimi japonés.

Si quieres probar de todo un poco, una opción es el cebiche mixto: lleva camarón, pulpo, pescado y calamares, bañados en leche de tigre, con un sabor belicosos a chile y limón que contrasta con el dulce del camote que lleva como guarnición; aquí te dejamos la receta, cortesía de Diego Oka.

El servicio es bastante bueno, sobretodo porque los meseros están al tanto de los ingredientes de cada platillo, por lo que te pueden traducir con exactitud que es lo que significa tacu tacu con picante de mariscos.

SI te gusta el dulce, y te gusta mucho, prueba un suspiro limeño, un cremoso y suave betún de dulce de leche, con crema batida y una pizca de canela.