En un pequeñísimo espacio, esta tienda es parte del restaurante francés Le Bouchon. A la entrada las vitrinas muestran todo tipo de latas, chocolates y accesorios. Aunque los verdaderos tesoros están en los refrigeradores donde una selección de finos quesos espera.

También hay con terrinas y embutidos elaborados exclusivamente para ellos por el chef del restaurante hermano que los acoge. Para los que prefieren ir a lo seguro, se encuentran líneas comerciales de extraordinaria calidad en jamones maduros y otras delicias. Pero lo que llama más la atención aquí son los vinos.

Primero la selección de buenos vinos mexicanos, amplia y a precios razonables. Digno de destacar considerando lo costoso de la zona y la competencia tan cercana.

Al fondo, una cava climatizada con vista a la terraza del restaurante ostenta la lista de los 101 mejores vinos. Aquí se pueden comprar esas etiquetas que las revistas especializadas tanto reseñan. Los precios, bueno hay que pagar la complejidad de mantener este stock.

No todo es caro, también cuentan con algunos vinos importados en exclusiva por ellos mismos, que reúnen todo para coronarse como reyes del precio-calidad.