Panadería y Bistró en la colonia Roma. El olor a pan recién horneado y los secretos de la repostería francesa atraen a los clientes de La Bohême, localizado a un costado del Mercado Roma. El fundador de este sitio es Mateo Dornier, quien llegó a México hace más de una década para trabajar en una empresa en la que desarrollaba productos orgánicos.

Para este proyecto Mateo se asoció con Romain y Thomas, quienes trajeron de Francia al panadero Jean Baptiste, quien tiene amplia experiencia en panadería artesanal. Tiempo después se unió al equipo el chef Luis Morales, experto en repostería francesa y mexicana. La Bohême tuvo el respaldo técnico de las cuatro panaderías francesas familiares: Los Fournils du Lacs, Du Larmont, D’Amancey y De Goux.

Entre las especialidades de repostería, se encuentran el éclaire, un pastelito de pasta choux, rellena de crema pastelera de sabor, puedes encontrarlos de chocolate, café, vainilla, avellana y limón. Otros más de la repostería son el ópera, el crujiente chocoavellana y el mil hojas de vainilla.

También ofrecen pan salado, pan orgánico, pan dulce y repostería fina. Además, cuenta con bebidas y productos orgánicos certificados. Nuestra recomendación es que vayas a la pequeña barra del lugar a tomarte un café chiapaneco y una tarta de limón con merengue.

Por la mañana hay paquetes de desayunos con un rango de precio entre 50 y 140 pesos, los hay ligeros y más sustanciosos, como los huevos benedictine, pochados sobre un muffin inglés, con espinaca, cebollín y salsa holandesa, acompañados de papas salteadas. A la hora de la comida, entre semana, tienen un menú de dos tiempos ($120) más postre y café americano o express.

Si prefieres pedir a la carta, te sugerimos, de entrada, la ensalada chèvre chaud, mezcla de lechugas con tostas de queso de cabra con miel, manzana, nuez y arándano con vinagreta de miel; luego puedes pedir una sopa de cebolla o un gazpacho fresco, de jitomate, pimiento y pepino. Como plato fuerte, hay sándwiches, pizzas, quiches, paninis y más. Te recomendamos el panini clásico, con queso mozzarella, jitomate deshidratado, albahaca y pesto, o la pizza flammenkueche, con crema, tocino, cebolla, queso mozzarella y pimienta negra. De postre, pide el profiterol, de masa choux, relleno de helado de vainilla y bañado con chocolate.