La comida china es de todo menos china; al menos la que conocemos. Mucha gente piensa que la comida china que comemos cotidianamente es la misma que se come en regiones como Sichuan y Cantón pero no, y nuestro trabajo es sacarlos de esa oscuridad gastronómica.

En realidad la cocina china que conocemos surgió en Estados Unidos en el S.XIX. Muchos inmigrantes chinos huyeron despavoridos de las continuas crisis tan comunes en el gigante asiático y llegaron contratados como mano de obra barata para construir ferrocarriles, muchos de ellos no pudieron adaptarse y terminaron sin empleos y más aún, no los contrataban por no dominar el idioma.

Así que abrieron fondas de comida china pero mucho de los ingredientes que se empleaban para sus platillos no se conseguían en el país, entonces resolvieron hacer sus propias fusiones de comida china-americana. Así surgió el arroz chino, el chop suey, los tallarines de trigo chinos (¡¡que ni siquiera se conocen en China!!) el lomein y el famoso, pollo del general Tso, creado en 1974 en Nueva York.

Y todo esto viene a cuento porque King To es un genuino representante de esa fusión. Lo primero que notas son las lámparas rojas que te dan la bienvenida, su estética es sencilla, incluso un poco kitsch pero nada que no se pueda tolerar. Su oferta es comida buffet y por sólo 85 pesos, puedes disfrutar de comer hasta que te atasques.

La especialidad es el arroz chino: caliente y bien graneadito. Los rollitos primaveras están recién salidos del sartén así que no hay nada de rollitos bañados en aceite frío. La especialidad de la casa es la carne con brócoli y ajonjolí, se acaba rápido y no basta con un solo plato.

Afortunadamente aquí puedes comer hasta el desmayo y nadie te hará mala cara ni vigilará cuantas veces te sirves, y de eso te pueden dar fe sus visitantes más asiduos, nada menos, que los habitantes de la misma colonia.

P.D. las galletas de la suerte no son chinas, son japonesas. De nada.