El corazón del hotel St. Regis no está en sus habitaciones con su mentita sobre la almohada, tampoco está en su lobby con el botones esperando, expectante. Está en el restaurante J&G grill, que late con toda la pasión de un lugar donde la comida es el motor que mueve todas las cosas.

Abierto en el 2012 bajo el concepto del chef estrella Jean-Georges Vongerichten. Este lugar cuenta con una ambientación súper exclusiva: techos altos, lámparas curiosas, ventanales amplios y una vista envidiable. La comida es solo la excusa para disfrutar de un buen momento en un buen lugar.

El menú es una fusión curiosa entre comida asiática y francesa, por eso es común encontrar algo como miso de soya, al lado de un platillo como las hojas de lechuga iceberg con cebolla morada en escabeche en vinagreta de Cotija. Suena como algo que quieres probar de primeras.

Ahora lo que más piden los comensales es la pizza de aguacate (sí, la pizza) pequeña, crujiente aceite de oliva y chile serrano. No parece una entrada curiosa pero sí muy, muy rica.

¿Algo digno de probarse? La ensalada de camarones con queso azul, hay que probar el bocado justo para que el queso azul no cubra el delicado sabor del camarón pero sin duda es una opción fascinante.

La carta de vinos es extensa y los meseros están entrenados para recomendarte el mejor maridajes así te vas por lo seguro y ellos se aseguran de que vuelvas.