Por Mariana Camacho
Garat es una marca de café mexicano que es muy fácil de asociar con los anaqueles de cualquier súper mercado. Este local en Masaryk es su primer experimento como boutique de café/cafetería. Como tal, tiene lo indispensable: una barra de café y vitrinas con panadería y algunos sándwiches. El lugar no tiene la “ondita” de conceptos similares como el Cielito Querido ni la apariencia estandarizada de un Starbucks, es más serio, con muchos sillones e internet de alta velocidad (y, honestamente, si vas a tomar café no necesitas mucho más).
El precio de $22 pesos por un espresso es un trato decente en comparación con otros cafés de la ciudad. Además, tienen un servicio mixto que atiende en la barra y otro en la mesa, así no tienes que mover ni un dedo.
Si eres freelance o tienes una oficina itinerante, el área de fumar es un buen lugar para instalarse. Lo pueden adecuar a tus necesidades y tu coffee break será el más exitoso si tú aportas algunos panes de queso, lo mejor que hay en la vitrina.