Comida mexicana callejera, tacos, garnachas, comida típica de la calle pero con una presentación más contemporánea. Esta fonda se encuentra dentro del restaurante Lucio, así que no creas que te equivocaste cuando encuentres la dirección, lo que pasa es que el establecimiento está dividido en dos: la Fonda Mal Diablo y la cervecería Lindavista.

Tres amigos y cocineros comenzaron un blog que bautizaron como Mal Diablo en una noche de tragos. Su cocina era itinerante, hasta que cinco años después se asentaron en un espacio que transformaron en fonda. Aquí se alimenta a residentes y empleados de la Juárez –y anexas–.

Entre semana tienen un menú diario que consta de una entrada, un plato fuerte, postre y soda de la casa; también hay opción a la carta, donde el obligado es el medio pollo de leche. Otros imperdibles son, como entrada, las flores de calabaza capeadas y rellenas de queso Oaxaca, y el ceviche de temporada; de plato fuerte, el chamorro a la mexicana o la torta de pulpo, y de postre, pide los higos caramelizados o la torrija con mermelada de tomatillos.

Estos chefs que se conocieron estudiando en el centro culinario Ambrosía hacen su propia cerveza artesanal llamada Clementina, que es una american pale ale con avena. Y en Fonda Mal Diablo también manejan una coctelería clásica y de la casa, por ejemplo, el pinktonic, con ginebra mexicana, pimienta rosa y toronja.