Quienes conocemos La Nápoles, creemos que nos la sabemos toda. Donde están las mejores comidas, los mejores lugares para pasear, los parques, el precio de las rentas, las plazas, los lugares de trabajo, en fin. Esta colonia no deja a nadie indiferente.

Lo que pocos saben es que La Nápoles esconde uno y mil secretos por descubrir y eso es lo maravilloso de nuestra ciudad, está llena de sorpresas y lugares inimaginables. Por ejemplo, en la Nápoles hay un buen de restaurantes de comida japonesa pero ninguno como El Samurai. No estamos exagerando. Escondido tras unos jardines, el Samurai parece un palacio erigido en medio de Osaka, y te recibe con un jardín repleto de bambús, y por si fuera poco, su nombre no se debe a ningún capricho. El padre del dueño del lugar era un samurai y su uniforme está en medio del salón como prueba.

La verdad es que es un traje impresionante y es común entre los visitantes sacarse una foto con él, así te haces una idea maso de lo que te espera en El Samurai. Su especialidad es el teppanyaki, fresco y el plato más pedido de lugar, sin embargo, el sushi es bastante bueno, incluyendo el shabu shabu, un delicioso platillo hecho con una olla que ponen en el medio de la mesa y se hierve pescado o res, tofu, alga, zanahoria y fideos.

A nosotros nos gusta mucho el cono de pulpo, está sazonado con soya y salteado con un ligero sabor dulzón. El tebasaki también vale la pena echarle el diente porque aunque suene exótico, son alas de pollo sazonadas con ajo y hechas al estilo Nagoya.

El ochazuke es algo por el cual vale la pena ir a este lugar, es una especie de risotto hecho con salmón y alga negra. Si bien su sabor es un poco sorpresivo al principio, a medida que avances por bocados, te darás cuenta que su sabor es riquísimo y habrá valido la pena la prueba.

Además, también tienen una excelente variedad de yakitoris. Para finalizar, pide un helado de té verde y jazmín. Toda una experiencia en este gran consulado de la comida japonesa.