Con más de veinte años en operación El Mesón de Valencia, aunque su nombre indique lo contrario, sirve platillos mexicanos en porciones bastas y de buen sazón. Uno de esos gratos descubrimientos fuera de las zonas restauranteras de siempre. Sí, sí está en Iztapalapa.

Entre sus murales, sillas de montar, vistoso patio con maguey incluido, y sus gallos te sentirás en una auténtica hacienda mexicana. Esta atmósfera se acentúa con la decoración y el trato cálido de los dueños: una experiencia de sabor completa.

El Mesón de Valencia ofrece un recorrido gastronómico por todo México sin tener que moverte de tu mesa para disfrutarlo. Un sueño hecho realidad para los amantes del mole, pipián, chiles rellenos y carnitas. Nuestra recomendación son las enchiladas en morita y el queso con rajas.

Mención especial para los chiles cuaresmeños rellenos de queso y la gelatina de cajeta que garantiza un buen cierre. El lugar es ideal para la sobremesa familiar aunque a veces la música no es la mejor para ambientar la convivencia. Los precios son razonables si te encuentras en la zona. 

Destacamos que los desayunos aquí sí que son su estandarte. Inicia tu día con café de olla y chilaquiles verdes bien despachados, o bien unas enmoladas con toque hogareño. Por la tarde suelen tener mucha clientela, así que te recomendamos reservar con anticipación.

La birria y carnitas que sirven los viernes han creado la fama en El Mesón de Valencia, sus comensales son asiduos a los bajones -necesarios- después de la fiesta intensa en fin de semana.