Lejos de las calles llenas de tránsito y del ruido citadino se encuentra Doba, un restaurante de comida de autor. Ubicado en la terraza del Centro Cultural del Pedregal, cuenta con un ambiente amable y relajado, como lo refleja su amable chef Juan Manuel Barajas Flores.

Si subes a la terraza es muy cómodo, pero quedarse abajo no es para menos; estés donde estés, tu única preocupación será buscar una mesa para dejarte consentir por el servicio rápido y eficiente de los meseros.

La sazón casera de sus platillos se aprecia, por ejemplo, en la sopa de cebolla, que preparan con abundantes rodajas y no es espesa, y acompañan con pedazos de pan untado de queso morbier, que provoca explosiones dulces y cremosas en el paladar.

Además los domingos son excelentes para ir a desayunar, pedir del bufet, y no quedarte con ganas de muchas cosas que viste. Si no pides del bufet, los huevos, omelettes o las tortas de chilaquiles -la que sea- te van a saciar.

El plato estrella es el Filete Felipe. Se trata de un filete de res sobre una cama de arroz con cereales (una mezcla macadamia, avellana, cacahuate, nuez, arándanos) y todo esto bañado de un mole almendrado al que querrás darle besos como a un hijo.