Chomp Chomp es el hijo dulzón de Pan Comido, un lugar que te hará sentir como en la casa de tu abuelita. Un tapiz de flores cubre todas las paredes, una lámpara antigua cuelga del techo, y tienen repisas de madera como en las que antes se colocaban las herramientas de cocina. Acto seguido de observar toda la decoración de este espacio vintage, llega la sugerente invitación a “comer comer”.

A primera vista se antojan unas galletas que llegan a la mesa calientitas, gracias a que las hornean al instante. Cada bocado será un orgasmo para tu paladar, están crujientes por fuera y suavecitas en su interior. Hay muchas combinaciones: cereza con licor de cassis, crema de cacahuate con arándanos, manzana con canela y nuez, plátano con cardamomo… incluso hay una vegana con avena y arándanos.

Después, está un pizarrón en el cual se muestra la carta de malteadas. Son quince más una especialidad del mes. Todas tienen nombres simpáticos, por ejemplo, la de aguacate con romero se llama Aguakaty Perry, la de chocolate, Mr. T, y la de crema de cacahuate con frutos rojos, Snoopy. La preparación, consiste en una base de tres bolas de helado de vainilla artesanal, fruta, malta y un poco de leche. El resultado, una bebida espesa no empalagosa que al final te hará sonreír.

Chomp Chomp es uno de esos lugares que provocan adicción. Bastará con una visita para que al poco tiempo regreses, pues sentirás que es indispensable probar todas las delicias que ofrecen en su menú. Ahhh, pregunta por sus ediciones especiales, te puedes llevar una grata sorpresa.