Tiene las papas, tiene la bandera pero le faltan los cortes. Este lugarcillo, que ocupa desde hace un par de semanas el del Falafel Benzona, sirve chapatas de lomo gigantes y hamburguesas.
El lugar tiene apenas dos mesas, banquillos en la barra y una mini terraza, espacio coherente si se toma en cuenta el “menú”. La especialidad es la chapata “Chee”, con lomo de res, jamón, y un agradable toque ácido de los palmitos; lo único que le sobra es la mayonesa (le da un toque demasiado dulzón a la carne).
Aunque las porciones son generosas, tienes la opción de agregar huevo a cualquier pedido, una opción recomendable sólo en caso de gula.
Las papas están bien doradas y son suficientes para dos personas, una ganga si se toma en cuenta el precio de la porción ($25).
Tiene poco tiempo, todavía se siente medio apagado y hay que corregir errores, pero el servicio es entusiasta; así que tendrás a los dueños con toda la disposición para complacerte.
Por: Georgina Hernández
Chee
Sencillito, carismático y no precisamente argentino