Aunque la comida sí viene en cantidades para atascarse, el concepto va más por la botana. No son los cumplidores tacos de Papa Bill’s ni las tremendas raciones de Xian, pero satisfarán tu hambre al calor de los tragos. La decoración responde al concepto de costa: salvavidas colgados de las paredes, mucho azul y blanco, y hasta un pez espada colgando del techo. La música, ésa sí, se mantiene dentro del gusto popular: lo que esté sonando en la radio será lo que anime la fiesta.

Ocean Drive es una buena opción si buscas armar una gran pachanga, pero también una buena alternativa para unos tragos post-oficina entre semana. Pruébalo y cuéntanos cómo te fue.