Por: Mariana Roca

Comer en la calle es un acto de fe y muchas veces vale la pena. En la esquina más filosa del mercado de Michoacán, reina por un par de horas el hijo menos conocido de la dinastía argentina de restaurantes El Zorzal. Se trata de La esquina del Mercado, un puesto de hamburguesas al carbón que contrasta con todos los restaurantes coquetos y bistrot de alrededor.

El público es ecléctico: desde la llamativa fauna local hasta señoras que dejan sus bolsas de la compra y antes de emprender el regreso a casa se regalan un antojito al sol. Limpio y sin mucho marketing, el puesto esconde las hamburguesas más anchas de la comarca (3 cm de carne jugosa) con un potente aroma ahumado y, lo que se agradece –al mejor estilo McDonalds–: hechas en el momento. Por eso todos los meseros repiten que la orden tarda exactamente 10 minutos en llegar a la mesa.

Como buen cultor de la cocina honesta, este local de siete mesas preserva el sabor intrínseco del ingrediente principal: la carne. Es un lugar en donde la carne al carbón sí tiene gusto a carne al carbón. Y no sólo la confección es fresca: la lechuga –algo que no siempre logran las cadenas internacionales– está turgente y fresca, los mismo que la gruesa rodaja de jitomate y la cebolla.

Para los que saben que este local tiene ADN argentino vale la pena probar el choripán, una excelente combinación de pan crujiente y buen chorizo gaucho.

Como postre, la casa recomienda alfajores de maicena, un poco pálidos pero compensados por un potente relleno de dulce de leche.