La cocina de Casa de Castilla presenta a los comensales platillos tradicionales de España, al tiempo que se da el lujo de fusionar algunos platillos con las nuevas tendencias culinarias.

La decoración remite a una casa señorial de campo en la Castilla medieval, solo que sin los problemas de la época como la peste negra.

Platos como el lomo de huachinango, el lechón, la pierna de lechón o el pecho de ternero a las brasas, así como su paella y fabada son motivos de sobra para dar una oportunidad a Casa de Castilla.

Otras buenas recomendaciones incluyen las croquetas de jamón ibérico, la morcilla, los pulpos a la gallega (o, la neta, como los pidas) o el filete a la mantequilla negra.

Todo bien y todo, hasta que llega la estudiantina. Ahí la cosa se complica, si lo que querías era disfrutar de una buena plática. Sin embargo, la carta de vinos es buena, por lo que puedes ahogar tus penas hasta que te levantes a cantar con ellos.

El fin de semana y días festivos hay servicio de guardería en Casa de Castilla.