Definida como la mejor cocina de polanquito, Amorino es un lugar pequeño y acogedor, ideal para quedar con amigos o con tu pareja. El diseño es moderno y ecléctico, colores suaves y cálidos dominan la atmósfera, en pocas palabras, es perfecto.

El menú es sencillo pero variado y las porciones si bien no son abundantes son lo suficientemente cuantiosas para llenar hasta el estómago más rebelde, sin embargo, te aconsejamos ir un poco comido.

Nos queda claro que la especialidad de la casa son los antipastos, y aquí te recomendamos el carpaccio de res a las finas hierbas, una entrada muy equilibrada y especial para los amantes del vino tinto. Si no te convence, prueba un prosciutto con fruta de la estación, una opción más refrescante si lo tuyo es el vino blanco. Ahora, si quieres algo más robusto, pide la tabla de quesos con frutas, no hay pérdida.

Las pastas y las pizzas también son favoritos de la casa, así que si de pastas hablamos, te recomendamos con los ojos cerrados el fettuccine con frutti di mare y crema de azafrán, justo lo que buscan los paladares curiosos. Si quieres algo mas conservador, la pizza de la casa es para ti: calabaza italiana, aceituna negra, tomate cherry y albahaca. Sobra decir que la pizza es a la leña y por eso su sabor es tan espectacular.

Amorino también tiene productos de despensa para tu cocina y ofrecen el servicio de catering, así que no hay excusa para que te quedes sin probar nada de este lugar.