Yo no sé ustedes, pero yo ya intercambié mi crema del cuerpo por bronceador, porque francamente, si tengo que andar en este calor todo el tiempo, pues habrá (por lo menos) que tomar ventaja de las bondades de los soleados días que se nos han venido presentando hace ya un par de semanas. Y no crean que les damos a conocer aquí las intimidades propias en vano. Creo que lo que intento decir es: Hace calor, el sol anda en todo su esplendor y no hacemos suficientes planes alternativos. Así que vayan al mercado por una canasta, compren los ingredientes indicados y haga un picnic, o trépense a su azotea de confianza con una hielera, una botella de Malibú y jugo de piña (con muchos) hielos.

Les dejamos un par de menús que pueden incluir en sus canastas de picnic, para que dejen de aburrirse de la ciudad, los restaurantes, los precios y los planes iguales a los de todos los otros fines de semana.