Primero fueron los restaurantes de manteles largos (esos en los que el mesero llegaba a hablarte de intimidantes platillos franceses de corte clásico). Luego el concepto de "bistrot" prolifero en la ciudad como si fuera lo único en el mundo (y no sólo de cocina francesa). Ahora, el trajín gastronómico ha regresado la sencillez de la cocina y la intimidad de los comedores con las brasseries* y aquí los ejemplos para comprobarlo.

*Brasserie: Dícese de los restaurantes-cafeterías que a diferencia del bistro manejan un menú (breve) impreso.