Fuimos a la segunda edición de Expo Mezcal y esto fue lo que encontramos.

Nada más cruzar la puerta y encontrarse en un paraíso, en el primer stand un hombre prepara un coctel con menta, miel de agave, chile serrano y, por supuesto, mezcal; en este caso es marca Gracias a Dios. Nos reciben con un vasito con mucho hielo y esta mezcla, que enchila al primer sorbo, pero después es muy fresca y sabrosa.

Hay mezcales de sabores, con 10% de alcohol y hasta con 45 grados, mandarina, naranja y Jamaica; joven, reposado y añejo. Cada marca tiene su encanto, la mayoría son de fabricación artesanal; botellas, etiquetas y mezclas que hacen único a cada uno de estos deliciosos espirituosos.

Los que no pueden faltar en tu colección:

Mezcal Buen Suceso. Es un mezcal joven, de agave espadín, con 40º, ligeramente ahumado al gusto, con notas herbales y cítricas. Viene de San Juan del Río, Oaxaca.

Allegra Mezcal. La botella negra con letras amarillas, aún no llega a las tiendas, pero no tarda, así que pendiente, pues está muy bueno. Mezcal joven, 100% agave espadín, con 45º de alcohol.

Los Ajenos. Mezcal joven, 100% agave espadín, con 44º de alcohol. Se fabrica en San Luis del Río, Tlacolula, Oaxaca

Sibarita. Mezcal joven, 100% agave espadín, con 38º de alcohol. Al paladar se percibe suave, con un menor sabor ahumado, para aquellos que no son tan aficionados a este tenor que queda en la lengua.

Y para acompañarlos…

No permitas que te den chile por sal de gusano; en verdad hace toda la diferencia. La sal de gusano de maguey para acompañar un mezcal. La de marca Sal de aquí, que está buenísima, se prepara con una mezcla de gusano de maguey y varios chiles ahumados machacados en el molcajete.

Una rodaja de naranja y un puñito de sal de gusano de maguey, al gusto, es la compañía ideal de un buen mezcal.

Pero si no te gusta el chile (sin albur), esta vez nos tomamos un par de mezcales con un trozo de chocolate amargo… es un placer.

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