Son pocos los representantes de la cocina cubana en la ciudad (y
algunos, a decir verdad, no son del todoauténticos). Si eres un fan de
los moros contra cristianos, de los mojitos y de la ropa vieja, date
una vuelta por el restaurante, recién inaugurado, Casa Habana en
Polanco.

Sobre Lope de Vega, casi esquina con Masaryk, encontrarás un
lugar pequeño, discreto pero sumamente hogareño que te dará lo básico de comida cubana tradicional. El lugar imita la decoración de una casa cubana de los años
50: apacible en el día y bohemio de noche. Lo primero que se te va a antojar es un mojito en buena compañía.

Si eres nuevo en esto de la cocina cubana, te recomendamos probar un plato cubano al centro con un poco de todo: un tamal de maíz amarillo, hervido en agua y relleno
de carne y verduras – diferente pero delicioso; croquetas de queso, carne o
pescado, según el cliente o el gusto del chef; tostones de plátano macho verde
rellenos con carne; y masitas de puerco fritas (es decir, la versión cubana de
las carnitas).

Para los que tienen más expertise y están en busca de la tradición, hay yuca rellena o enchiladas de camarones con plátano y arroz. Recuerda que
para tener una verdadera experiencia cubana debes probar con plátanos fritos,
así que sin importar lo que elijas pide una orden a parte.

Para cerrar con broche de oro te recomendamos el flan, es la
especialidad de la casa en cuanto a postres. Si buscas algo diferente y te
gustan las combinaciones de salado con dulce prueba las cascos de guayaba con
queso de campo. Puedes acompañar tu elección con algún digestivo de la carta de
vinos.