Puede paracer un lugar demasiado estridente pero con todo y su afluencia es una parada clásica para curarse la cruda. Tiene desayunos con platillos como los chilaquiles de frijol o con mariscos. De bienvenida te dan un caballito de caldo de camarón, un gran plus para las penosas circunstancias que acompañan la resaca. Recomendamos también las tostadas de chicharrón de camarón.

¿Dónde?
Georgia 88, entre Nueva York y Pensylvania, Nápoles, 5523-2549