El Taquito es uno de los restaurantes más antiguos de la Ciudad de México. Su historia comenzó en 1923, cuando las calles del Centro no eran lo que son ahora: un lugar infestado de vendedores ambulantes.

Concepción Rioja, mejor conocida como la abuela Conchita, y Marcos Guillén llegaron de Guadalajara en búsqueda de hacer una vida. No fue difícil decidir por dónde empezar, pues lo mejor que les salía era cocinar y fue así que se instalaron en la esquina de las calles República de Bolivia y Carmen.

83688taquito03

taquito03

En un principio sólo vendían tacos de carnitas, lengua, pollo y antojitos como sopes y tlacoyos. La fama del lugar se dio de boca en boca, “de hecho su nombre se debe a que la gente siempre decía ‘vamos a echarnos un taquito’ cuando se refería al negocio”, señala Rafael Guillén, nieto de Conchita Rioja y Marcos Guillén.

Con el tiempo, la demanda de comensales generó la extensión del changarrito a un establecimiento más en forma y la ampliación del menú. Todas las recetas son de la abuela Conchita, y dentro de las especialidades se encuentran la sopa de médula, el caldo tlalpeño, la sopa de nopalitos, el mole poblano, el cabrito al horno, las criadillas de toro en salsa verde o al mojo de ajo, y las arracheras en su jugo o a la tampiqueña.

83687taquito02

taquito02

En su época dorada, El Taquito era de dos plantas y tenía ocho salones para darse abasto con los visitantes. Sin embargo, luego del terremoto de 1985 los vendedores de Tepito poco a poco se apropiaron de las banquetas de la calle Carmen y eso propició una baja en la clientela y que tuvieran que rentar una parte del lugar. Actualmente el restaurante sólo cuenta con un piso y dos salones.

“Hemos tenido que batallar con el asunto de los vendedores pues el acceso al restaurante se ha complicado mucho. A mí todavía me tocó ver un poco de la etapa cuando El Taquito era muy concurrido”, recuerda Rafael Guillén.

83686taquito01

taquito01

El primer restaurante taurino del DF

De acuerdo con Rafael Guillén, El Taquito es considerado uno de los restaurantes más antiguos de la Ciudad de México por tres razones: siempre ha estado en el mismo lugar, siempre ha pertenecido a la familia Guillén y siempre se ha llamado El Taquito. Asimismo, señala que el lugar también fue el primero en adoptar el concepto taurino en la capital. “El abuelo Marcos tenía una relación muy cercana con los proveedores de carne en El Rastro y ahí conoció a varios toreros, entre ellos Rodolfo Gaona que fue un gran torero de los años 20”.

83682Más de 90 años al servicio de nuestro paladar

Más de 90 años al servicio de nuestro paladar (Cuartoscuro)

Don Marcos Guillén gustaba de ir a la Plaza de Toros cada domingo, hizo muchas amistades en ese medio y fue así como comenzó a decorar el lugar con los motivos taurinos que aún se pueden apreciar en las paredes: cabezas de toros, trofeos, fotos de los personajes de aquellos años y trajes de luces.

Las muchas anécdotas…

Sentarse a platicar con Rafael Guillén, tercera generación de la familia a cargo de El Taquito, es una delicia no sólo al paladar sino también al oído e imaginación. Luego de 91 años, la historia de El Taquito está abarrotada de anécdotas. En sus mesas han comido personajes de la política mexicana como los ex presidentes Emilio Portes Gil y Vicente Fox, y mandatarios extranjeros como Fidel Castro y John F. Kennedy.

Uno de los sucesos más recordados por los dueños de El Taquito es cuando fueron seleccionados para servirle la comida al Papa Juan Pablo II en su primera visita a México en 1979. “Le dimos de comer a él y 200 invitados en la Basílica. Comió un entremés ranchero que lleva carnitas, quesadillas, guacamole, nopales y chalupa poblana; sopa de nopales; filete de res a la tampiqueña; y de postre ate con queso. Quedó muy complacido”.

Asimismo, otra de las historias que más cuentan en el lugar es cuando Marilyn Monroe “les cayó sin previo aviso”. Rafael Guillén presume tener una de las últimas fotografías de la considerada símbolo sexual del Siglo XX pues su visita se dio en febrero de 1962, seis meses antes de su muerte.

“Mi padre tuvo la fortuna de atenderla y me contó que vino con Emilio ‘El Indio’ Fernández y diversos periodistas. Escuchó mariachis, tomó margaritas y comió muy bien, pidió sopa de médula, mole poblano y tacos de gusano de maguey”.

Pese a la baja en la clientela, Rafael Guillén y su familia consideran que la tradición del lugar se debe de conservar, y es por eso que sus puertas se siguen abriendo todos los días a excepción del 25 de diciembre y 1 de enero.

El Taquito
Carmen 69, Centro
5526 7699
lun-dom 11-19 h,
$ promedio: 200, tc: todas