De fondo hay jazzecito, «Boys may come and boys may go» de Madonna reinterpretado por un vozarrón. Un ejemplo de lo que se puede lograr con la cocina mexicana son las quesadillas Oaxaca: cuatro, fritas, espolvoreadas con azúcar y servidas con una copa martinera con mole y chocolate. Por más dulce que te suene la combinación la mezcla de texturas no resulta empalagosa.

La otra, en la que presumen materia prima cien por ciento nacional, es la barra del mar con productos de Ensenada. Te recomendamos la almeja chiluda, servida como ceviche con caviar de habanero (que no importa cuán sofisticado se lee, son perlitas con sabor picante pero más sutil que el acostumbrado). Pagas por la porción $250, pero vale la pena porque es un producto que difícilmente encontrarás en otro lado.

Vicente Suárez 38, Condesa, 4333-3481 / 4333-3482.