Con toda la sencillez del mundo, este restaurante familiar tiene ya medio siglo de antigüedad. La suya es una cocina que pertenece al movimiento «slow food» (platos de cocciones lentas, que buscan la conservación de recetas regionales y se preocupan por el origen y tratamiento de los alimentos ingeridos, con el fin de hacer conciencia sobre cómo nuestros hábitos alimenticios afectan al mundo). La receta más famosa del lugar es la sopa seca de natas y el filete de res Nicolasa: enchilado, al tequila, con manzanas caramelizadas, arúgula, quelites y
salsa de jamaica.

Av. Cuitláhuac 3102, Clavería, 5396 7090.