En México e India, donde
la comida contiene altísimos niveles de capsaicina, las tazas de mortalidad a
causa de cáncer son mucho menores.
Se cree que la capsaicina se adhiere a las proteínas en la mitocondria de la
célula cancerosa y genera su muerte sin dañar al resto de las células sanas
circundantes. Además, al ser un antioxidante
natural, lucha contra las enfermedades que causan las toxinas.

Lo que no mata engorda, así
que éntrale duro al curry y al mole.