Una vez más, es mucho más barato
de lo que imaginan. Tienen que comprar 2 charolitas de jamón serrano…
yo honestamente gasté$100 y un ramo de espárragos.

Los espárragos hay que ponerlos
a hervir unos 10 minutos en agua con sal. Ya que estén tiernos, se
sacan. Un buen truco de mi abuela es ponerle un chorrito de aceite de
oliva al agua para que queden verdes y brillantes.

Después de escurrirlos, en un sartén
hay que poner un chorrito de aceite con 3 dientes de ajo picados. Antes
de que los ajos comiencen a tostarse, hay que poner un buen chorro adicional
de aceite. Los espárragos la absorben bastante, así que hay que tener
cuidado de que ni se frían ni se quemen. La medida perfecta es cuando
quede un delgado espejo de aceite en el fondo del sartén. Pongan aproximadamente
de 10 en 10 espárragos. Un ramo suele tener aproximadamente 30, dependiendo
del tamaño. En el sartén sólo los tienen que dejar un par de minutos
y darles un par de revolcadas por el aceite con ajo para que agarren
sabor. Terminada la experiencia del aceite, hay que volverlos a escurrir
un poco, por aquello del exceso. Finalmente, tomarán cada uno de los
espárragos y envolverán su cabeza en una rebanadita de jamón serrano.
La rebanada no debe dar más de dos vueltas al espárrago, así lo harán
rendir al máximo. Procuren disponerlos de la manera más bonita que
su creatividad les permita en un bonito plato (mi tip sería que los
sirvieran en un platón o parte de vajilla que hayan recibido tus padres
el día de su boda, será un bonito detalle para tu mamá recordar ese
día… aunque no está chido si ya no están casados)
.