2005, Meursault, Borgoña, Francia

Otro enorme vino blanco de Borgoña, del calibre del Chassagne-Montrachet, con la misma uva Chardonnay pero con leves diferencias que hacen que la experiencia sea otra totalmente.

Huele a avellanas con coco y piña, que suena a postre chistoso; también huele a pan con un poco de aceituna. Aromas leves a flores y hierbas. Todo lo anterior esta bastante balanceado cuando lo hueles.

Mientras sonríes, cuando lo pruebas te sabe mucho a frutas como piña madura; también tiene sabores a vainilla y mantequilla, con muy buena acidez que una vez más lo hace un vino muy balanceado y perfecto para acompañar platos de comida francesa.

Es una buena opción si como cualquier mortal no puedes pagar los $1400 que cuesta el Chassagne-Montrachet, ya que éste lo consigues en la mitad de precio ($700) en Cavas de Francia.