En esta entrega, hemos de confesar, no hicimos un recorrido extensivo de panaderías. Elegimos los lugares de acuerdo con su estilo: una de barrio (como la Panadería Sonora), un emporio panadero (como La Esperanza) y una ‘independiente’ (Montparnasse).

Panadería Sonora

Ésta es una de esas panaderías por las que el tiempo ha pasado de largo (y en la que nunca se toparon con la necesidad de colocar una caja registradora digital). Además de que bolillos y teleras salen constantemente del horno, el precio del pan es muy atractivo.
Sonora 92, Roma, 5211-0772

Mariana: Tiene un balance entre corteza y pan, aunque, para no engañar a nadie, lo mejor sería que la primera fuera mucho más generosa.

Miguel: Estas fueron las más balanceadas. Poseen un gran sabor casero y una textura suave. El problema es que no sorprende en ningún momento.

Paloma: La consistencia del pan no me gustó tanto, siento que le faltó ser mucho más suavecito. El sabor es bueno pero nada del otro mundo; me hubiera gustado que la corteza fuera más dulce.

Pedro: De sabor, la mejor de las tres: auténtico, conchero. Justo por esa razón sería prudente exigir una corteza más prominente, menos recatada.

Panadería La Esperanza

Estas panaderías se han sabido ganar la confianza de la gente haciendo pan bueno, fresco y a excelente precio. Cualquiera de sus muchas sucursales siempre estará llena de gente comprando, por lo que se recomienda ir temprano, antes de que se acabe y debas esperar la siguiente ronda. Es una panadería que tiene una amplia variedad, como chapatas, bolillos, teleras, pan dulce (de todo tipo), pasteles, gelatinas, galletas, etc.

Mariana: A la vista, estas conchas te invitan a meterles un pellizco (son esponjosas y de muy buen tamaño). Es una lástima que al probarlas resulten un poco insípidas.

Miguel: Un poco engañosas. Son hermosas a la vista y al tocarlas parecen nubes comestibles, pero ya que las pruebas el sabor es un poco sintético, demasiada mantequilla. Unas por otras.

Paloma: Las conchas son tan suaves que te dan ganas de usarlas como almohadas. La corteza es linda en apariencia: colores normales y otros cursis, como el rosa; el sabor es muy bueno, para quienes son muy fans de la mantequilla. Tienen muy buen tamaño y el precio es excelente

Pedro: La textura es para ponerse de pie. Suavecitas, de anuncio. Brillan por los generosos granitos de azúcar que las envuelven. La de color rosa tiene buen sabor, la blanca sabe mucho a huevo. Me quedo con lo esponjoso.

Panadería Montparnasse

Este sitio puede ser engañoso, en vitrina se exhiben sus pasteles y chocolates para antojar a los de diente muy dulce. Pero, si ves con cuidado, te darás cuenta de que su horno trabaja desde tempranito para producir pan casero todo el día: cuernitos, chocolatines y por supuesto, conchas, están en el menú de su oferta recién hecha. Busca aquí tu sucursal más cercana.

Mariana: Como ocurre con muchas conchas, la corteza es lo más rico. La de Montparnasse tiene casi consistencia de galleta.

Miguel: Suave, con un sabor fuerte y nueces invadiendo todo el centro esponjoso. Ésta fue mi favorita. Inusual, casi tramposa.

Paloma: Lo que más me gustó de estas conchas fue el contraste que hay entre el pan tan suave y los trocitos de nuez, nunca pensé que aportaran tanto sabor. La corteza me pareció buena ya que no fue tan dulce como otras.

Pedro: Especial para los amantes de la nuez, tiene incrustaciones (y no pocas). La blanca tiene un gran sabor en la cortezay la de chocolate debe ser maravillosa con un vaso de leche. Es la de corteza más consistente.