La Plaza de la Concordia, la Torre Eiffel o los Campos Elíseos fueron los primeros puntos de encuentro para la celebración de las primeras Diner en blanc, un concepto creado por el francés François Pasquier hace 25 años que consiste, como el nombre lo anticipa, en salir a cenar (a media tarde, de acuerdo al horario europeo) con un grupo de personas a un espacio público, todos vestidos de blanco.

Cuando el grupo arriba a la ubicación secreta (un espacio público y representativo de la ciudad) hay todo un protocolo a seguir: los comensales montan una mesa, para grupos de dos o cuatro personas y esperan hasta que todos estén instalados para agitar una servilleta, también blanca, como un gesto que indica el inicio de la cena. Después de la sobre mesa, todos los participantes encienden una luz de bengala para “abrir pista” y continuar la velada con un poco de música.

Para saber más de la segunda edición entrevistamos a Eduardo Uribe, uno de los más de cuarenta anfitriones que se encargan de la logística del evento:

¿Por qué se decidió organizar Dîner en Blanc en México?

Desde que escuché hablar de esta tradición de París por primera vez, el concepto me llamó mucho la atención. Sin embargo, me atrapó por completo cuando me enteré de que esta cena cívica masiva no tenía ninguna causa, ni fines de lucro, ni ningún interés político, ni ideológico. En el momento que supe que el evento sólo busca gozar la vida, recuperar nuestra capacidad de asombro y reapropiarnos de los espacios públicos, fue cuándo junto con Fernando Botero, co-organizador del evento, vimos la enorme oportunidad que representaría para los mexicanos contar con un evento como este en esta gran ciudad.

En comparación con la primera edición el año pasado, ¿qué planes hay para el evento de este año?

El evento del año pasado fue algo extraordinario, no sólo nos podemos sentir orgullosos de haber sido la primera ciudad de Latinoamérica en llevarlo a cabo, sino que logramos ser el evento con mayor número de personas de las 20 ciudades que se incorporaron a la organización en el 2012, siendo aún mayor que el de Sydney, Londres, Singapur, Barcelona y otras importantes ciudades. Aprendimos muchas cosas que podemos hacer de mejor manera, ahora estamos haciendo mayores esfuerzos para capacitar a toda la estructura de voluntarios, que este año serán de alrededor de 70 personas, pero la esencia es la misma, un evento de amistad realizado por la gente misma, en un hermoso lugar emblemático de nuestro DF.

¿Qué hace diferente la experiencia de Diner en Blanc en México en comparación a lo que ocurre en otras ciudades del mundo?

El llevar a cabo este picnic masivo en una de las ciudades más grandes del mundo, y en una cultura Latinoamericana no puedo dejar de tener un significado especial. Una de las cosas que distinguen mucho al evento en México es que todo se realiza bajo una total igualdad. La gente lleva su propia mesa, sillas, vajilla, mantel y cena, no hay meseros, a nadie se atiende, a nadie se le cargan sus cosas, no hay ninguna zona VIP de mesas, ni ningún trato especial. Durante el evento los prejuicios y diferencias sociales desaparecen y solamente se ve a la gente de diversos ámbitos y niveles socioeconómicos conviviendo y compartiendo en igualdad. Eso es una de las cosas que a mi más me emocionan, que por un momento, la superficialidad, poses, snobismos y demás prejuicios no están, desaparecen.

¿Cuáles son las expectativas de asistencia para este año?

Este año el evento crecerá a 2 mil 500 asistentes. Mucha gente nos pregunta por qué si tanta gente quiere ir, no se hace más grande, pero el Dîner en Blanc no pretende batir récords de participación. Lo que deseamos es mantener el espíritu y la calidad del evento. La logística y organización está a cargo de un grupo de voluntarios que crece paulatinamente, además de que el lugar va determinando el tamaño, por lo que se prefiere ir creciendo el evento poco a poco y sin tomar atajos.

¿Qué implica la logistíca de un evento de esta magnitud en un espacio público?

Un evento secreto

Como tu sabes el evento es secreto, lo cual lo hace único y muy emocionante, pero también hace que el evento tenga una logística muy particular. Nadie puede llegar en automóvil al evento, todos deben de salir de puntos de reunión previamente determinados en los que abordan los autobuses rentados por la organización y con destino desconocido.

Un evento hecho por voluntarios

Cada uno de los autobúses es dirigido por un voluntario que se encarga previamente de preparar, informar y coordinar a todos las personas de ese autobús, en el trayecto revelarles el lugar secreto al que se dirigen y al llegar a la plaza dirigirlos al lugar que les corresponde en total orden. El líder voluntario también se encarga de vigilar que todos los asitentes sigan las reglas y lineamientos del evento y de reportar a quien no lo haga de tal manera que esa persona no pueda volver a ser invitada.

Un evento limpio

Una de las reglas más importantes es que el lugar debe quedar totalmente limpio, por lo que cada quien debe llevar una bolsa de basura y dejar el espacio en donde estuvo completamente limpio. También tenemos el compromiso de crear conciencia al respecto de la basura por lo que cada quién debe llevar la bolsa consigo hasta su casa, aún si hay algún bote de basura cercano. Debemos empezar a captar que cada uno de nosotros somos responsables de los desperdicios que generamos, no el gobierno, no nadie más.

¿Por qué un chilango no se puede perder Dîner en Blanc?

Primero porque es una experiencia única e irrepetible. No siempre tendrás la oportunidad de estar con la gente que más quieres, con tus amigos más cercanos, conviviendo en lugar emblemático de tu ciudad. Pero lo que ningún chilango se debe perder es la enorme oportunidad de dar una imagen extraordinaria de México hacia el mundo, no sólo estamos mostrando al mundo nuestra enorme riqueza arquitectónica, monumentos y preciosas plazas y parques, sino que estamos brindando una imagen de orden, puntualidad, civismo y organización lo cual es muy valioso y contrarresta la imagen negativa que se ha dado de nuestro país en el mundo durante los últimos años.

¿Qué condiciones o lineamientos debe reunir el espacio en el que organizan el evento?

La única condición es que sea un espacio público en el que la gente que pase alrededor conviva y comparta el asombro y el aprecio de lo que está ahí siempre y que por el ritmo de la vida no nos detenemos a admirar y a valorar. No puede ser un lugar cerrado, ni apartado. Obviamente, también se busca que sea un lugar emblemático o icónico de la ciudad que de muestra de nuestro enorme patrimonio.

¿Bajo qué criterios seleccionan otros detalles, la música, el transporte por ejemplo?

El centro de la noche es la cena, por lo que se busca que la música permita disfrutar de la misma, de una buena plática y que vaya de acuerdo tanto con el origen francés del concepto como con el gusto popular de los mexicanos. El transporte debe contar con el espacio de cajuela suficiente para que la gente coloque su mesas, sillas, canastas con comida, etc.

¿Qué es lo que recomendarían llevar para comer?

Lo que debes llevar de comer es lo que más disfrutes y más te guste. La idea del picnic es que prepares una cena con esmero, con la importancia y la dedicación que le debemos dar a los alimentos y que decores tu mesa de acuerdo a tan especial ocasión. Las prisas y la rutina nos hacen generalmente comer rápidamente, el Dîner en Blanc busca tomarse un tiempo para disfrutar y valorar una buena cena. Se recomienda llevar cosas frías y de fácil preparación una vez estando en el lugar.

Inscríbete en: mexicocity.dinerenblanc.info

Cuándo: 17 de octubre

Costo:$438 pp

Para más información: facebook: DinerEnBlanc.Mexico y twitter: @DinerEnBlancMx

Les dejamos una galería de Diner En Blanc del 2012.