¿Cuál es el sacrificio?

Tomarte un descanso no de meses sino de varios años de todo aquel alimento que no sea macrobiótico (ejem, la lista es laaarga como las rastas de Bob Marley y excluye, desde luego, a la carne roja, la carne blanca y a algunos peces).

¿Por qué no funciona?

Pues porque llevar una vida ascética requiere de disciplna (y cantidades industriales de lo que sí puedes comer) para no caer en una anemia terrible e incluso tener problemas neurológicos.

¿Cómo sería más fraudulenta?

No le vamos a decir fraudulenta a la “casi religión” de los macrobióticos, pero tampoco vamos a recomendarla como el estilo de vida y nutrición más saludable del mundo.